The Lonesomest Gal in Town
Dijimos que estaríamos bien porque íbamos a vaciar la nevera y tendríamos una copa de vino siempre en la mano. Pero la verdad es que no puedo sostenerla por demasiado tiempo. El vino se acaba igual y así llegan los silencios.
Hay una necesidad de hacer recuento cuando llega el fin de año. Las fiestas siempre hay que pasarlas muerto de risa, llenos de actividades, y esa idea forzada es lo que termina por derrumbarme. No sé qué es peor: asistir al espectáculo de mi familia entera llorando o intentar atravesar estoícamente estos días para enfrentar más tarde el típico análisis de saldos que siempre es negativo.
Objetivamente hubo mucho de todo. Hay amigos nuevos, otros me han dejado y están esperando porque les informe de su nueva situación de ex. No sé si me atreva, creo que es mejor callar cobardemente. Además, hay una carrera y un trabajo envidiable.
Punto aparte, ese no es el tema.
I'm the lonesomest gal in town.
En algún momento de mi vida algo se pudrió y me parece que no tengo de qué aferrarme. O de quién aferrarme. Luego llega el 31 para subrayarlo todo enérgicamente. Aparecen los globos, los calzones amarillos, la cuenta regresiva, me despido del 2005 con la sensación de que se quedó lo más importante afuera, que no aprendí mi lección, que sigo arrastrando las mismas viejas angustias y que cada vez tengo menos fuerzas.
El año nuevo me pilla con muchos cigarrillos y un persistente dolor de cabeza.
*Escúchese ¨I'm the lonesomest Gal in town¨ de Ella Fiztgerald, del disco Early Ella.
Hay una necesidad de hacer recuento cuando llega el fin de año. Las fiestas siempre hay que pasarlas muerto de risa, llenos de actividades, y esa idea forzada es lo que termina por derrumbarme. No sé qué es peor: asistir al espectáculo de mi familia entera llorando o intentar atravesar estoícamente estos días para enfrentar más tarde el típico análisis de saldos que siempre es negativo.
Objetivamente hubo mucho de todo. Hay amigos nuevos, otros me han dejado y están esperando porque les informe de su nueva situación de ex. No sé si me atreva, creo que es mejor callar cobardemente. Además, hay una carrera y un trabajo envidiable.
Punto aparte, ese no es el tema.
I'm the lonesomest gal in town.
En algún momento de mi vida algo se pudrió y me parece que no tengo de qué aferrarme. O de quién aferrarme. Luego llega el 31 para subrayarlo todo enérgicamente. Aparecen los globos, los calzones amarillos, la cuenta regresiva, me despido del 2005 con la sensación de que se quedó lo más importante afuera, que no aprendí mi lección, que sigo arrastrando las mismas viejas angustias y que cada vez tengo menos fuerzas.
El año nuevo me pilla con muchos cigarrillos y un persistente dolor de cabeza.
*Escúchese ¨I'm the lonesomest Gal in town¨ de Ella Fiztgerald, del disco Early Ella.