Deeply Disturbed Girl

Friday, October 27, 2006

Muerto en Vida

Viernes 27, 5:00 a.m.
Y estudiando para mi prueba cabrona
de inglés, tuve un atisbo de claridad
Whatever, total el ramo ya me lo eché:

Tengo un fantasma que me ha perseguido a través de meses desérticos. Me ocupé de enterrarlo con una infinidad de estrategias y bajo varias capas de mugre acumulada cuando murió, no a resultas de una larga enfermedad, sino porque un día decidí decapitarlo con mi afilada lengua. Lo desmembré entero, hice pedazos su ego, mi imagen ante él y todo lo demás, y más tarde, arrepentida de tanta cizaña, traté de pegar los pedazos inertes para darle vida otra vez. Su cabeza quedó unida al cuello de una forma tan antinatural que daba miedo, absolutamente torcida y mucho más errática que antes. Por supuesto que no resultó, este Frankestein contemporáneo hablaba otro idioma, no alcanzó a reconocerme nunca, había perdido el alma que me había mantenido tristemente enamorada por años.

Entonces lo tuve que sepultar aún medio en vida, cuerpo andante pero sin espíritu, un zombie completo. Lo envolví en sábanas blancas, cargué con él hasta un lugar recóndito en el bosque y lo eché en una fosa profunda como si fuera un N.N., como intentando borrar su paso por mi historia. Los rastros de mi supuesto crimen perfecto no pudieron ser anulados con totalidad porque el recuerdo de lo malo y lo bueno (especialmente de lo bueno del difunto aquel) regresan durante las tardes de verano, con la humedad de los amaneceres frescos de Santiago, y luego, está abril con sus primeras neblinas.

He pensado en que si el fantasma dejara de perseguirme de esa manera tan sutil, en la que su presencia y el horror por su presencia (como en el caso de los cisnes ) son apenas perceptibles, dejaría de soñar con mounstros y dragones, enfrentaría mejor la llegada de la noche. O puede que no, puede que la angustia por la noche haya estado siempre presente. A veces pienso que tendré que vivir con él para siempre, muerto o no, será un peligro constante. Y es que después de largos meses de batallas, aún no estoy lista.

Sunday, October 15, 2006

Esa curiosa intolerancia a la ambiguedad

De qué otra manera armaría un niño su mundo si es que no pudiese tolerar lo inexplicable, que para la edad de 3 ó 4 años viene a ser casi todo lo que le rodea? Cómo llena vacíos si no es contextualizándolo todo, estirando la pequeña información que ha recabado o puede entender? De qué otra forma podría hacerlo si no a través de los otros?, con esa función comunicativa clave, el fundirse en el resto de las figuras? elaborar lo simbólico.
Creo que mi me pasó todo lo contrario: yo no pude explicarme muchas cosas y las respuestas me parecieron insuficientes, alentaban la fantasía en todo momento pero al mismo tiempo cargaban consigo esa pertubardora enseñanza sobre lo moral y lo atractivo. Hubo réplicas como:
  • La cebolla y el ajo hacen llorar cuando los picas porque no les gusta que los que veas desnudos. (Increíble el peso moralizador de la frase, esa en donde la desnudez está asociada a lo negativo).
  • Si comes lechuga, el color de las hojas irá directo a tus ojos, y la beterraga hará tus labios más rojos. (Sin palabras).
Las respuestas, que siempre fueron pocas, tenían este patrón. Estaban concebidas para levantar un mundo de verduras pensantes y hablantes, fotografías con historias terroríficas sobre el pasado trágico de la familia, objetos que hablaban y crucifijos castigadores/amorosos en donde estaba el diosito que se había desangrado en la cruz sólo por mí.

Como todo eso era demasiado complejo para ser abordado por una mocosa de 4 años, como se le quiso enseñar los alrededores a punta de cuentos chinos porque es mejor ocultarle todo a que entienda media verdad, entonces la pequeña cerró los ojos con terquedad y lo que no supo, lo inventó. No hubo capacidad para lidiar con la ambiguedad porque llegar a la certeza era lo que importaba. De esta forma:

- Hasta la edad de los 8 años, mamá y papá no hacían las cosas de adultos que se veían en la tele, sino que me adoptaron. Yo era producto de la pureza más grande. Producto del no-sexo. Mis padres verdaderos eran desconocidos, de un linaje perdido.
- Si me muero no me voy al cielo, ni al infierno, sino que me reencarno en otra cosa superior, un espíritu más casto si se quiere. Hasta cierto punto, sigo engañándome con esa idea.
- Un agujero negro es una puerta falsa, una entrada trasera para nuestra propia galaxia. De alguna manera, nos lleva al comienzo de nuestro propio mundo. No hay más allá, lo desconocido no existe. (Yo, a los 11 años).
- Cuando llueve no es porque Cristo llora como decía mi mamá, sino porque Dios exprime las nubes, que son como algodones esponjosos llenos de líquido.
- Las olas no son empujadas por el viento (más sencillo de creer, pero nadie lo explicó nunca), sino que eran sopladas por brisa. La brisa marina de la que había escuchado hablar era para mí una diosa que vivía entre las islas y que se encargaba de mantener al mar en movimiento.

Tengo más detalles pero son casi vergonzosos. Tengo certezas, miles de ellas, pero están acomodadas a mi gusto: desde chica el mundo real ha sido mirado desde un ángulo tres cuartos.

Saturday, October 07, 2006

El héroe Griego

Martes 03:00 a.m. Una chica embuída en el fenómeno de masas Harry Pottter termina de leer el último libro de la saga: El Príncipe Mestizo. No ha pasado por días particularmente críticos, las jornadas han sido luminosas y allá afuera no hay mucho de qué quejarse, entonces por qué this little silly book le afecta tanto?

Seamos sinceros, hasta hace poco yo llevaba mi aficción por el niño mago casi como un placer culpable. El gusto iba y venía y conforme Harry se fue haciendo adolescente y las aventuras más oscuras, tuve la impresión de haber perdido el interés. Pero este último texto, con la terrible muerte de Dumbledore y a puertas de una batalla final que terminará para siempre con los días de Harry en Hogwarts, me dijo mucho más sobre la naturaleza ambigua de los personajes y sus deslealtades. Ellos se volvieron humanos ante mis ojos. Tocaron alguna fibra sensible y terminé profundamente conmovida, ya sea porque después de tantos años algún cariño debe haber con la historia, porque el protagonista ha perdido su inocencia o por el inevitable destino que debe enfrentar.

Además está la bien escrita escena en la que Dumbledore muere, no como un hombre fuerte y todopoderoso, sino como un débil anciano que acababa de descubrir una traición y suplicaba por un poco de misericordia.

Algo de brillante debe haber en lo que escribió Rowling, si obviamos el prejuicio contra los bestsellers. Ella habla de fantasías infantiles todo el tiempo, la belleza de los años colegiales ataviada de magia, se refiere a cómo un niño se integra a una sociedad, aprende a distinguir el gris claro del oscuro, establece complicidades y buscar hacerse hombre a través de la venganza. Sus personajes son estereotipos sí, pero ella les ha ido otorgando riqueza con el tiempo.

Y ahora Harry adquiere la pose de un héroe griego. Esa idea de cristo mesiánico se ha ido difuminando y se ha transformando en una suerte de Ulises para quien el honor y la batalla son sagrados. Suena medio ridícula la comparación, por supuesto que los valores no son los mismos, pero creo que Harry también atrae por su condición guerrera, esa que se ha ido forjando a medida que avanzaban las sagas. Ahora se supone que es el único que puede proteger esa burbuja de fantasía sobre la que hemos leído tanto, para lo que he decidido dejarlo todo. Entonces, como lectora angustiada por los comentarios sobre el libro final, sólo puedo pedir que no lo maten!! , él no es Cristo, y no hay nada de malo con los finales medianamente felices.

Sunday, October 01, 2006

Estar conectados

Juntos pero no revueltos, es el lema de los blogs, los fotologs, los videos en internet y los nicks del messenger. Parece como si ahora fuese inevitable el estar conectados. Y el hablar de nosotros mismos, enfrascados en este vinculo narcisista, tampoco esta demas.

El otro dia me encontre un articulo en el diario en el que se decia que ya no importa leer, ni siquiera ver la television, sino el estar online. Ello permite establecer relaciones a distancia, estar presente y decir que nos integramos a una comunidad, una relacion en que existe analisis constante del yo y los vaivenes emocionales (especialmente en los blogs).

Pense entonces en que la tele ya no es tan necesaria para nuestra superviviencia, y que si no tuviera cable probablemente no la encenderia jamas. La tele, al igual que en los libros de ficcion y aunque hay factores que los diferencian, sirve justamente para todo lo contrario, para la desconexion. Con algunas cuantas excepciones - las personas mediaticas, es decir, la gran mayoria de mis primeros amigos en este pais - la idea es ajustar el volumen y dejar pasar las horas. "Es que la tele me arrulla" me dijo un amigo hace unos meses, y yo lo encontre insoportable, pero hasta algun nivel es cierto, muchas veces nos evita tener que pensar.

Y mas tarde recorde que aun cuando la costumbre es cada vez menor, no me he despegado de los libros de ficcion, estan ahi porque con ellos mi burbuja se torna inexpugnable. No estoy buscando mantener la lucidez (es lo que mas duele en este mundo, decia el articulo), pero resulta intrinseco al ejercicio de leer, de encerrarse consigo mismo y no compartir, estar unplugged. Esta caracteristica se la otorgo solo a la ficcion. Los ensayos, libros periodisticos, etc, son otro cuento.

Pienso que estoy en un termino medio, que aun no caigo del todo en la maquineria del internet, aun no me vuelco entera en este blog porque no me he decidido a estar tan expuesta. Todavia desconfio. Sin embargo, entiendo que estoy aqui por alguna razon clave. Si les digo que es porque necesito ser leida y comentada seguramente sonara patetico (y es probable que sea asi). Pero todavia creo que debo tener guardada por ahi alguna otra razon mas valida.

Hace un par de dias una companera mia se reia de los blogs. Dijo que tenia uno y que esperaba que flotara por el mundo para que alguien lo encontrara. Que no daria su nombre. Me senti algo avergonzada porque el mio no es tan publico pero lo comparto con amigos, y luego cai en cuenta de que el comentario provenia de una mina que se creia autosuficiente y tenia la poca humildad para pensar que lo que escribe sera descubierto de la nada, que su pagina alberga un pequeno tesoro.

Que mal, pense (y quizas estoy equivocada), le quita asi toda la espontaneidad al hecho de estar aqui. "quiero estar pero no, perdon, soy histerica!".