Deeply Disturbed Girl

Tuesday, August 28, 2007

Niños en el Tiempo

Para Faz de la Tierra, de mis autores, el favorito:

¨Stephen, háblale a un niño de diez años de la Navidad en pleno verano. Sería como hablarle a un adolescente de su jubilación y sus planes para la vejez. Para los niños, la infancia es intemporal. Siempre es el presente. Todo está en presente. Por supuesto, tienen recuerdos. Desde luego que el tiempo pasa para ellos y que la Navidad acaba por llegar. Pero no lo sienten, sólo experimentan el día de hoy y cuando dicen ´Cuando sea mayor ´ hay siempre un punto de incredulidad, ¿cómo podrían ser algo diferente de lo que son? Tu dices ahora que Limonada no fue escrito para niños. Como todos los buenos autores, lo escribiste para ti mismo. Y tal es mi teoría. Te dirigías a tu yo de diez años. Este libro no es para niños, es para un niño y ese niño eras tú. Limonada es un mensaje para un yo previo que nunca desaparecerá. Y el mensaje es amargo. Por eso resulta un libro tan perturbador. Cuando la hija de Mandy Ryan lo leyó, se echó a llorar, con lágrimas amargas, pero también inútiles, Stephen. Otros niños han reaccionado de la misma forma. Has hablado directamente para los niños. Lo quieras o no, te has comunicado con ellos a través del abismo que separa al niño del adulto y les has dado la primera y fantasmagórica visión de la mortalidad. Leyéndote captan la idea de que son finitos en cuanto niños. (...) Les has mostrado algo perturbador y triste acerca de los adultos, acerca de quienes han dejado de ser niños. Algo reseco, impotente, inevitable.¨

Ian McEwan.