BUSCANDO AL OTRO YO

I: No, claro que no me gustan las mujeres, o al menos no asi como usted lo plantea. Es un tema que ni siquiera viene al caso.
H: Ya pero usted hablo primero de eso, entonces, como es que vive obsesionada por esa chica?
I: Ni siquiera me conoce.
H: Ni siquiera la conoce.
I: Ya lo se!! intente no repetir todo lo que digo...
H: La conoce?
I: No.
H: Pero usted dijo que la habia llamado.
I: Si, crei que lo habia hecho, seguro fue un sueno. Ella no debe acordarse ahora de mi, eramos muy chicas, y de verdad no importaba, hasta ahora.
H: Que importa ahora?
I: Saber por que fue ella la elegida y no yo, en que diferimos.
H: De que esta hablando?? Otra vez con eso...
I: Todo es acerca de eso...
H: Al menos me contara como se quebro el brazo?
I: Me cai de un arbol.
H: Que hacia arriba de un arbol?
I: Intentaba bajar a un gato!!!! que cree usted que hacia???
H: De modo que regreso a las andadas, no la han descubierto aun? y digame, ? que fue lo que encontro??
I: Ella no es perfecta, asi que no entiendo nada.
H: No se supone que debia serlo. Desea hablarle?
I: Si
H: Y que le diria??
I: No, en verdad no deseo hablarle, pero quiero seguir observandola eternamente....
H: Se rompera el otro brazo si sigue asi.
I: Pues si, pero ni modo. Todo en mi casa me recuerda a ella, es inevitable.

YO, LA STALKER

La vida nuestra está clavada de ironías. Y de contradicciones, estamos invadidos por ellas. Yo misma me veo persiguiendo, 10 años después, los rastros de un pasado inexistente y tengo más miedo que nadie a mirarme en el espejo. El pasado real, ese del que salí huyendo casi como si me quemara debajo de los pies, lo dejé enterrado y parece querer atormentarme por estos meses con toda su fuerza. Es cargante. Les pido a mis amigos que paren de hablar de lo mismo, pero es inevitable, a ellos les excita escarbar entre las imágenes.

Anoche encontré una carta suya de hace casi una década y decidí llamarla. La última vez que la vi fue al borde de una piscina en plena clase de natación, con un bañador entero casi calipso. Noté que tenía celulitis, pero sigue siendo linda, al menos eso puede apreciarse en las fotos.

- Aló ? - contesta medio dormida.
- Hola, con ¨x¨por favor?
- Ella habla, quién es? - suena confundida
- Hola, soy¨I¨, apuesto a que no te acuerdas de mí.

Silencio de catacumbas....

- Ahhhh.... demás que sí, me has seguido los pasos en las últimas semanas....
- Ah, te diste cuenta? - pregunté roja de verguenza.
- Eres mala en eso, pensé que era un chiste.

Parece estar de buen humor. Le explico que una vez descubierta no me interesa saber nada más, que sólo me gustaba el juego de combinar los recuerdos de la infancia y las posibilidades. Las certezas me asustan y el sólo saber que existe me produce angustia porque me recuerda hechos no vividos, ahogados o desperdiciados.

- Deberías venir a verme, tomarte un café, me cuentas de tu vida - me dice ya casi al final.
- No, es que no sé si podría - respondo.
- Por?

Porque tengo mil cosas que hacer!! y Heme aquí persiguiendo a una mina que no veo hace siglos, que odio y admiro porque me conecta con algo profundamente deseado desde niña. A nivel inconsciente por supuesto. Ya está, el problema ha sido identificado, pero y ahora qué?

- No hay mucho que contar, era sólo para asegurarme que eras tú la que había visto en el metro. Adiós, hablamos en 10 años más....

MUERTE TEMPRANA

Anoche Tita todavía estaba consciente y los familiares y amigos ya la estaban velando. Es una escena recurrente, alguna persona a la que aprecio la dan por muerta antes de tiempo. Ella estaba recostada y vestida con velos llenos de blondas - como una virgen - metida en un ataúd pequeño y simple, de color café claro. Respiraba apenas. Yo me le acerqué y le sostuve la mano mientras le preguntaba que le había pasado.

- Terminó por matarme - me dijo.
- Pero darling, acuérdate que me vendrias a ver este verano - le susurré.
- Si, si todavía tengo muchas ganas, pero creo que este tema me va a tener muerta por un tiempo.

Asi es Tita, este tipo de cosas le provocan la muerte durante meses. Asi que la dejé ahi mientras la velaban y rezaban un montón de viejas que piensan que hay que enterrarla pronto. Logré convencerlas de que ella necesitaba reposo, más que un velatorio con comida y cánticos de misa, que igual saldría de ahi cual ave fénix.

Me fui pensando en que Tita tenía toda la razón de haberse enfermado y que seguro se había muerto porque el dolor la fulminaba. Al menos la hice reir un poco, y dijo que cuando la saquen de ese cajón igual vendría a visitarme. Prometí volver la proxima semana para ver si todavía seguía en el mismo lugar.