Deeply Disturbed Girl

Thursday, June 28, 2007

On Broken Hearts



I need to know that something is gonna change today.
I need some hope to get up in the morning.
And in the absence of hope, I prefer to stay in bed,
pretending that I´m gonna die today.

Necesito saber que algo va a cambiar hoy.
Necesito alguna esperanza para levantarme en la mañana.
Y ante la completa ausencia de esperanza, prefiero quedarme en cama
fingiendo que voy a morir hoy.

(...)

No existe tal cosa llamada adultez.
Nos hacemos más grandes, más altos, más viejos,
pero la mayoría de la veces aún somos un grupo de niños
corriendo en el patio de la escuela
tratando desesperadamente de integrarnos.

Dicen que es posible crecer,
pero yo aún no he conocido a una persona que lo haya hecho.
Sin el desafío de los padres, rompemos las reglas que nosotros mismos impusimos,
hacemos pataletas cuando las cosas no salen como las planeamos,
susurramos secretos a nuestros mejores amigos en la oscuridad.
Y tenemos esperanzas. En contra de toda lógica, contra toda la experiencia.
Como niños, nunca dejamos de desear.

Meredith
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Soy Preston Burke, un cardiocirujano de mucho renombre.
Soy un profesional, pero por sobretodo, soy una persona buena y amable,
soy una persona que cocina bien.

Y tu eres una vaga increíble. Una interna despreocupada y agresiva.
Yo soy Preston Burke,
y tu eres la persona más terca, desafiante y competitiva que he conocido jamás.
Y te amo.

¿Qué diablos pasa contigo que no me dejas quererte?

Sunday, June 17, 2007

Ese muerto no es mío

Desde hace varios meses hago malabares para mantener el balance emocional, casi como un karmayoguin que debe poner su mente en blanco y concentrarse en el interior de su alma. Busca el blanco, Teller!, la nada, y luego vuelve al mundo despojada de todo nervio e ira.
Pero el caso es que no soy superhéroe. Si algo he aprendido durante este año de visitas a Padre es que no debo cargar con todo, en que tengo que aprender a pedir, a quererme más y a buscar mi espacio.
Mi barco se hunde porque le entra agua por los costados. Soy capaz de resistir la presión tremenda de dos muertas, casi con valentía de guerrera islámica aguardo a que pase el temporal, y luego, en medio de los tiempos de calma, suelto mi bomba de tiempo porque me quema las manos.
Habría que reconocer que en verdad no se me puede culpar, que hay algo que está mal planteado. Yo he llegado hasta aquí, los pasados que no son míos no tendrían que afectarme y no es mi papel dibujar los errores de quienes amo para que los vean con claridad.
Eso aprendí este año, voy a ponerlo en práctica.
Y nada pues, que si estoy desaparecida es porque ando exhausta, en "cosas de adultos" quizás.